El nacionalismo excluyente

(Un post generado de una colección de hilos de mi paso por Twitter)

Hoy me venían a hablar del nacionalismo excluyente.

En España solo hay un nacionalismo excluyente y es el español.

De hecho necesitó, ha necesitado y necesita excluir la diversidad lingüística, cultural y social para poder imponer su modelo de «lo español» donde es minoritario.

Por la única razón que existe la lengua vasca, catalana o gallega en el siglo XXI, es porque el nacionalismo español ha fracasado en su intento de hacerlas desaparecer.

No hay nada más excluyente que hacer a los demás como tú para incluirles.

Por la única razón que los territorios forales tenemos la capacidad de cierta normativa fiscal, es por el fracaso del nacionalismo español tras 3 guerras carlistas, y arrancar todo lo demás que ha podido.

Lo que tenemos no es ningún regalo, es simplemente que no nos han podido quitar más.

Ser español es lo único que está obligado y el español la única lengua obligada, el «no nacionalista» de hecho es el único que impone su idioma a esos otros «nacionalistas excluyentes» que tiene una lengua natural distinta pero que le responden en español por ser «muy excluyentes«.

Lo español ha ejecutado una carrera a contrarreloj en la destrucción de la diversidad, una muestra es el idioma Aragonés y sus elementos de gobierno propios. Un reino con su idioma y sus leyes convertido en una viuda que espera la asignación de Madrid con pleitesía.

Se llega a la paranoia colectiva de que lo excluyente es lo natural. A que una familia euskaldun de cualquier valle de Vasconia tenga que soportar ese apelativo de quién nunca ha tenido otro interés que imponer su voluntad por leyes creadas a 400km por otras personas.

Resulta que tengamos que tener una bandera de un estado, creado a decreto y bayoneta el siglo XIX, de forma preferente en todos nuestros edificios públicos no es excluyente, pero que yo quiera ver mi bandera como poco, al igual que la impuesta sí lo es.

Me gustaría preguntar al nekazale, al arrantzale, a cada ciudadano de cada pueblo o ciudad, a cada euskaldun o euskalzale que se siente vasco cuando se ha sentido excluido de las formas, modos y definiciones de lo que es español.

Exactamente, SIEMPRE.

No hay nada más excluyente en España, que la forma en la que el nacionalismo español, padre del Estado, modela el mismo.

Ya vale de retorcer el mezquino idioma con fábulas infantiles. Fábulas para un público educado en el egoísmo de creer tener, más derechos que los otros, por ser españoles.

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